martes, 18 de febrero de 2014

Manual del buen excursionista





















El empleo de ilustración acompañando a un texto, en ocasiones tiene una función básicamente estética; busca hacer más atractiva la lectura de un texto, narración libro, artículo de prensa, etc. Pero en muchos casos tiene una función más práctica e imprescindible, y su presencia está justificada por una finalidad didáctica. La ilustración tiene un gran campo de trabajo en manuales, guías, materiales educativos, infografía, mapas etc. Aquí el reto es que nos trasmita de un vistazo toda la información que es necesario comunicar, de manera clara y didáctica. Algunos de los últimos encargos que estoy realizando van claramente en esta dirección. Puedes repasar el artículo reciente que he publicado sobre mapas , el del árbol genealógico, o el del Lunario.

Recientemente he realizado 25 ilustraciones en blanco y negro para el libro Manual del buen excursionista escrito por Alfredo Merino y publicado por La esfera de los Libros. El libro recoge de manera muy clara y amena descripciones y consejos de naturaleza muy variada sobre senderismo, trekking, y otros deporte de marcha al aire libre. Es una guía muy completa y amena para aficionados a la montaña, tanto para principiantes como practicantes con experiencia. Su lectura es muy estimulante y se nota que viene de alguien que, como Alfredo, conoce el tema de primera mano y profesa un profundo amor y conocimiento de la montaña.


Al conocer a Alfredo con motivo de este encargo,  y ponerme a revisar sus escritos, me di cuenta que hacía muchos años que yo llevaba disfrutando de algunos de sus estupendos artículos en prensa; en ellos describe, de manera muy amena, excursiones por la sierra de Guadarrama, decubriéndonos en ocasiones rincones con gran encanto, desconocidos para el gran público. Puedes encontrar una extensa descripción de rutas en su blog Al aire libre.




Las ilustraciones que he realizado acompañan el texto y ayudan a mostrar gráficamente aquellos aspectos en los que, por muy clara que sea la explicación —y la prosa de Merino es extremadamente clara y didáctica—, se hace aconsejable el acompañamiento por una ilustración.

Para mi como ilustrador, la complejidad  de este trabajo ha venido fundamentalmente de documentarme y tratar de reflejar de la manera más didáctica posible diferentes aspectos, en ocasiones bastante técnicos. Me daría por satisfecho si hubiera conseguido que mi trabajo fuera un digno complemento a un libro tan didáctico y ameno.

Me ha resultado especialmente interesante el apartado que tiene que ver con la orientación a través de los sistemas tradicionales (brújula y mapas) y la incorporación de las nuevas tecnologías que todos llevamos ya en el bolsillo, en nuestros dispositivos móviles... ¡y especialmente me resultó complicado de ilustrar el capítulo sobre nudos y lazadas!


No hay comentarios: